Fernandinho, el brasileño que conquistó Río de Janeiro con su caipiriña

Fernandinho, el chileno que conquistó Río de Janeiro con su caipiriña

En las playas de Río de Janeiro, un caballero brasileño, casado llamado Fernando, conocido por sus amigos como «Fernandinho», ha logrado forjar su propio destino, trayendo consigo el sabor de su tierra natal a Brasil. Hace 13 años, Fernando se encontraba en una encrucijada de la vida, sin trabajo y enfrentando la incertidumbre del futuro. Sin embargo, fue su espíritu emprendedor y su conexión con otros chilenos en Brasil lo que lo llevó a tomar un giro inesperado y empezar su propio negocio.

«Hola, compadre, buenas tardes. Entonces, ¿qué pasa?», comienza con una sonrisa, recordando sus primeros días en Río. Fernando relata que después de perder su empleo, decidió emprender vendiendo bebidas, y la caipiriña, un cóctel tradicional de Brasil, fue su carta de presentación. «Comencé a preparar caipirinhas, y muchos chilenos me compraban», cuenta con orgullo.

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Un gesto de apoyo que cambió todo para Fernandinho

Pero lo que parecía un simple comienzo se transformó en una historia de perseverancia. Un día, un cliente chileno le regaló una bandera, un gesto que marcó un punto de inflexión en su vida. «Me dijo: ‘Te voy a regalar una bandera para los demás, te voy a buscar’. Y así me fue bien, gracias a Dios», recuerda Fernando. A partir de ese momento, su negocio comenzó a crecer, y su presencia en las playas de Río se hizo cada vez más conocida.

 

Conectando con la cultura local

El chileno no solo encontró un nicho de mercado en la comunidad de compatriotas en Brasil, sino que también se fue integrando cada vez más en la cultura local. «Me puse a ver televisión para saber qué pasaba en Chile», comenta con una nostalgia que solo quien está lejos de su tierra puede entender. Sin embargo, su historia no solo está marcada por el trabajo y la perseverancia, sino también por la gratitud hacia las personas que lo han apoyado en su camino.

«Soy muy agradecido a Dios y a la tía por el cariño y por la buena onda», expresa, haciendo referencia a las personas que le han brindado su apoyo en momentos clave. No solo ha logrado construir un negocio, sino que también ha formado una familia. Hoy en día, Fernando trabaja junto a su mujer, quien también lo apoya en este proyecto que sigue creciendo cada día. «Así partí a trabajar con mi mujer, y ella me está ayudando», dice, con una mirada llena de gratitud.

Un ejemplo de resiliencia y éxito

A través de su historia, Fernando no solo nos muestra el poder de la resiliencia y el trabajo duro, sino también el valor de la comunidad y la familia.

El ha logrado no solo sobrevivir, sino prosperar, trayendo consigo el calor de su hogar y el sabor de la caipiriña.

Fernando, un hombre que, con determinación, convirtió su sueño en realidad y ahora comparte un pedazo de Chile con los cariocas, sigue siendo un ejemplo de superación para muchos.

 

 

 

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